Los rocios de la memoria se escapan con este amanecer tan oscuro, tanta belleza en algo tan frío como el olvido, tanto dolor en algo tan pacifico y tranquilizador, el soñar de la nada me contagia, el soñar del vacio me innunda, tanta nada que es mi todo, que amanecer más colorido de grises y oscuros.
Que ajena la nostalgia que se escapa por las puertas de la memoria, cuando las cosas ya no tienen color, y el tinte se les atenua, cuando la vida en blanco y negro se torna más brillante y suave que en cualquier otra epoca, en esos instantes la cordura resplandece y se torna inquieta, se pierde y no quiere regresar jamás.
Me perdí entre hojas, me perdí en el ayer,
cuan profundo y anesteciante el recuerdo sin piel,
entre los murmullos del silencio escuché su respirar,
entre agonias y tormento, me ví llegar,
llegar al pasado hipnotizandome en su ser,
llegar a su cama, llegué sin querer,
traté de esconderme entre los pasadizos de mi memoria, ahi quería permanecer,
tuve que salir de mi letargo,
llegar a mi presente sin sentir amor, sin pensar en creer
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Xexilia
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